jueves, 26 de noviembre de 2009

OLVIDARLO [12]


Quisiera a ras de labios, amiga mía,
escuchar el sonido cercano de tus venas
y ascender por ellas,
remontarme contra corriente molécula a molécula hasta llegar al corazón,
para ocupar allí un hueco
-aunque sea pequeño, no me importa-
y sentir más cerca, más,
el ensordecer latido retumbando acompasado al eco sordo de los míos.

Quisiera que la palma de la mano, amiga mía,
lebrel inquieto que sediento de tacto no contengo,
se quedase dormido infantilmente
entre los pliegues del aliento confundido con el aire cotidiano.

Quisiera convertir, amiga mía,
la fría lágrima de húmeda mirada enrojecida
en cálidos ojos descansando en los claros reflejos de la lluvia de tu pelo,
para que el tiempo pase sin fronteras,
exilando en otro mundo y dimensión la realidad y la mentira.
Hasta que un día, amiga mía,
todo sea caricias de besos y de tacto,
caricia de mirada vagando por tu luz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario